Los corredores regresan a Manhattan por el Madison Avenue Bridge y recorren la Fifth Avenue hacia el sur. Excepto por un pequeño giro entorno al bonito Marcus Garvey Park, los corredores permanecen en la Avenue hasta llegar a Central Park. En este tramo, varios corredores comienzan a caminar debido al cansancio y a los muchos kilómetros acumulados.
Los corredores regresan a Manhattan por el Madison Avenue Bridge y recorren la Fifth Avenue hacia el sur. Excepto por un pequeño giro entorno al bonito Marcus Garvey Park, los corredores permanecen en la Avenue hasta llegar a Central Park. En este tramo, varios corredores comienzan a caminar debido al cansancio y a los muchos kilómetros acumulados.
La subida constante de aproximadamente una milla que discurre a lo largo de la Fifth Avenue y que bordea el lado este de Central Park, conecta Duke Ellington Circle con la entrada al parque, en la E 90th Street. Este se considera uno de los tramos más exigentes de todo el recorrido. Los voluntarios lo saben bien y hacen todo lo posible para alentar a los corredores, exhaustos.
La subida constante de aproximadamente una milla que discurre a lo largo de la Fifth Avenue y que bordea el lado este de Central Park, conecta Duke Ellington Circle con la entrada al parque, en la E 90th Street. Este se considera uno de los tramos más exigentes de todo el recorrido. Los voluntarios lo saben bien y hacen todo lo posible para alentar a los corredores, exhaustos.
Dos multitudes animan desde los laterales a los corredores al entrar en Central Park. Los árboles contribuyen, con el manto de otoño, a crear un efecto visual emocionante. En este tramo, los corredores son literalmente empujados por el público y por la increíble belleza del parque.
Contrariamente a lo que se cree, son pocos los lugares famosos incluidos en el recorrido de la maratón. Entre estos pocos se encuentra el mundialmente conocido Guggenheim Museum, diseñado por el arquitecto Frank Lloyd Wright en 1937, que los corredores descubren a su izquierda al entrar en Central Park.
Voluntarios y público se unen para apoyar a los corredores que ya han llegado casi a los 38 kilómetros de carrera. Las constantes subidas y bajadas de esta parte del recorrido representan un desafío adicional para las piernas, ya muy cargadas, de los corredores.
Voluntarios y público se unen para apoyar a los corredores que ya han llegado casi a los 38 kilómetros de carrera. Las constantes subidas y bajadas de esta parte del recorrido representan un desafío adicional para las piernas, ya muy cargadas, de los corredores.
Un corredor en silla de ruedas encara con cautela el brusco descenso cerca de la estatua de bronce Still Hunt, cruz y goce a los atletas que se entrenan habitualmente en Central Park.
Los corredores afrontan uno de los últimos tramos de Central Park, cerca del característico estanque The Lake y del hermoso restaurante Loeb Boathouse. Poco después salen del parque y se reencuentran con el bosque de edificios de Manhattan, mientras se preparan para encarar la ligera subida de la recta de Central Park South, que los llevará a Columbus Circle.